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ene-2024
La semana pasada fui al dentista. No a una “clínica franquicia” sino que acudí a una clínica odontológica de unos conocidos míos (recomendados a través de unos amigos íntimos mutuos), muy profesionales desde el punto de vista técnico, que se rodean de otros buenos profesionales y transmiten, por ello, un entorno de competencia y seguridad al paciente muy alto. Llevo años con ellos, y siempre son puntuales en las citas, mantienen desde el punto de vista higiénico, impoluta la clínica y el trato personal al cliente es exquisito. Las herramientas y artilugios que manejan, parecen siempre modernos. Vamos que, aparentemente, esta pyme española (serán unos 10 empleados aproximadamente en total) cumpliría con el estándar de buen modelo de pequeña empresa.
El motivo de la visita fue una revisión y limpieza de la dentadura. Después de la revisión, realizada por uno de los dueños, mujer y socia de la clínica, profesora universitaria y con multitud de cursos y formación que le capacitan tremendamente desde el punto de vista técnico, ella misma me realizó la limpieza dental. Ella me contaba, mientras trabajaba en mi dentadura, que estaba demasiado ocupada, que debía trabajar muchas horas para que la clínica fuera bien porque “las clínicas franquicias” les estaban haciendo una competencia feroz. Y contestando a su pregunta acerca de mi profesión actual, le contesté que, usando una analogía, me dedicaba a “regañar” a mis jefes si las limpiezas de boca de nuestros clientes las hubieran realizado ellos mismos. Puesto que doy por supuesto que esa tarea se puede delegar en un profesional de inferior cualificación y, con ello, intentar rentabilizar la tarea de cada profesional. Y el tiempo de mis jefes es más valioso que el del resto…
Le conté que no es que el jefe no deba hacer nunca las fotocopias en su empresa, es que solo las debe realizar cuando en esa fotocopiadora está un empleado suyo con el que tenga algunos asuntos que tratar, o desee obtener información de cualquier índole a través de una conversación, quiera testar el clima laboral de su empresa o simplemente, mostrar cercanía con los empleados … Pero no sería bueno que siempre se hiciera sus fotocopias. Tan malo como que mi dentista hiciera la limpieza de boca a cada paciente que revisa la dentadura …Y estas situaciones se repiten en las pymes más de lo deseable: el empresario nunca tiene tiempo para todo y suele trabajar en la ejecución de las tareas mucho más que en la planificación de las mismas y en el análisis de los resultados.
Le expliqué el caso de un empresario del transporte de mercancías por carretera al que asesoré y me despidió porque le dije que estaba perdiendo dinero por cada camión que dedicaba al transporte internacional. Me dijo que eso era imposible… pero a los 15 días me llamó y me confesó que los datos no daban lugar a dudas, me ofreció sus disculpas y me solicitó, de nuevo, mi colaboración.
Brevemente le expliqué que en qué consiste el Control de Gestión en una empresa y que en el dinámico entorno empresarial actual, las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) españolas se encuentran en una búsqueda constante de estrategias efectivas para mantenerse competitivas y prosperar en el mercado. Y que una herramienta fundamental para lograr este objetivo es el Control de Gestión. Aunque en numerosas ocasiones se pasa por alto en las PYMEs, su implementación adecuada puede marcar una gran diferencia en la rentabilidad y sostenibilidad de estas empresas. Como en el caso de la clínica de mis conocidos frente a la competencia de las “clínicas franquicias”.
Y la conversación con mi dentista finalizó en que si a ella le gustaba realizar las limpiezas de las dentaduras de sus clientes, debería saber medir cuándo ya no se lo podría permitir y que cuando decidió ser responsable de una empresa, esto conlleva que algunas tareas que anteriormente ella realizaba, en el entorno empresarial actual son obligatoriamente delegables para el buen fin de su proyecto.
A ustedes les comento que el Control de Gestión es un proceso integral que implica planificación, seguimiento y evaluación de las actividades empresariales para asegurar que se alcancen unos mínimos objetivos. En el contexto de las PYMEs españolas, estos beneficios se vuelven aún más cruciales, porque son de poco tamaño y cualquier desliz en la gestión marca la diferencia en términos de supervivencia:
1. Eficiencia Operativa: Ayuda a identificar áreas de ineficiencia, lo que resulta en una gestión más eficiente de los recursos y una reducción de costos. Esto es especialmente valioso para las PYMEs que a menudo tienen recursos limitados. Ejemplo claro de lo expuesto en la clínica de mis conocidos.
2. Mejora en la Toma de Decisiones: El Control de Gestión proporciona información precisa y en tiempo real sobre el rendimiento financiero y operativo de la empresa. Esto permite a los directivos tomar decisiones informadas y estratégicas que impulsan el crecimiento.
3. Maximización de Recursos Financieros: Controlar de cerca los flujos de efectivo y presupuestar adecuadamente, ayuda a las PYMEs a evitar problemas financieros y a aprovechar al máximo sus recursos disponibles.
4. Enfoque en Clientes y Mercado: El Control de Gestión fomenta la orientación hacia el cliente, permitiendo a las PYMEs adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes del mercado y mejorar la satisfacción del cliente.
5. Crecimiento Sostenible: Al establecer metas a largo plazo y medir el progreso hacia ellas, las PYMEs pueden planificar su crecimiento de manera sostenible, evitando expansiones descontroladas que podrían poner en riesgo su estabilidad.
6. Motivación de Empleados: Un sistema de Control de Gestión transparente y orientado a objetivos puede motivar a los empleados al proporcionarles un sentido de propósito y logro en sus roles.
En resumen, el Control de Gestión no es un lujo, sino una necesidad para las PYMEs españolas estándar que desean prosperar en un mercado altamente competitivo. Al implementar eficazmente estas tareas, las empresas pueden tomar decisiones más acertadas, optimizar su funcionamiento y asegurar su sostenibilidad a largo plazo. Conocer y trabajar en el Control de Gestión es una inversión con retorno positivo asegurado que contribuye de manera muy significativa en el éxito empresarial y en el futuro de las PYMEs en España.
Ustedes, empresarios, compiten en una carrera de “Fórmula 1” cada día. Las herramientas de control de gestión, que pueden ser muy, muy sencillas, son los datos de los ingenieros de los pilotos, que permiten a estos y a sus responsables mejorar esos segundos vitales en cada carrera.
En capítulos posteriores daremos algunos ejemplos concretos de las tareas de control de gestión que sería razonable desarrollar en cualquier empresa, como la de mis conocidos odontólogos.
Miguel Soto Martín. Economista
Larrauri & Martí Abogados