Cuando los árboles no dejan ver el bosque es una frase que significa ver ciertos detalles de un problema sin centrarse en lo verdaderamente importante del caso, ya sea por despiste, por pocas ganas de llevar a cabo un análisis más profundo, o por una simple y llana cuestión de negligencia, entre otros motivos.

En el ejercicio de mi profesión me enfrento con más frecuencia de lo normal a casos en los que los árboles no dejan ver el bosque. Para explicárselo, voy a analizar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Sala de lo Social, nº 1165, de 13 de julio de 2023, con sede en Albacete, que hemos encontrado entre la jurisprudencia reciente en la que un trabajador fue despedido por despido disciplinario, habiendo estado antes de su despido de baja, por incapacidad transitoria (IT), por enfermedad consistente en una patología/dolor lumbar. El trabajo que realizaba en la empresa era “llenado de bidones y su traslado mediante carretilla”.

Mientras estaba de baja acudió a la vivienda de su suegro en la que se estaba llevando a cabo una obra de reforma para realizar tareas relacionadas con la obra: “comprando material, trasladándolo, cargándolo, colocando maquinaria, instalación eléctrica, utilizando herramientas y otras”.

La sentencia que analizo en el artículo ahora les acompaño y que publico para Legal Today, se concluye que la conducta de dicho trabajador, en su situación de IT, no puede considerarse fraudulenta y que, por otro lado, la actividad que éste había desplegado no perturbaba su curación y, no era merecedora de despido, apreciándose en la sentencia una profusa clase magistral procesal, pero un muy escaso detenimiento en el razonamiento necesario sobre lo transcendental del asunto.

Luis Miguel Hernández. Director del Área Procesal

Larrauri & Martí Abogados

Laboral