Recientemente, se ha insistido desde el gobierno en la necesidad de seguir, de cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado, ahondando en una subida paulatina de la tributación en el IRPF de las rentas del ahorro y del capital a fin de ir equiparando su tributación con las rentas que tributan en la base general de dicho impuesto. Esto choca frontalmente con los tipos del ahorro fijos (y mucho más reducidos) de los que gozan los no residentes que invierten en España, aún en el caso de que dichas inversiones provengan de un paraíso fiscal (actualmente, jurisdicciones no cooperativas).

De las razones por las cuales no es recomendable en absoluto ahondar en dichas políticas y de por qué también es absurdo realizar dicha equiparación sin tener en cuenta la tributación global a las que son sometidas en general las rentas del ahorro y del capital, nos habla en detalle nuestro compañero David Álvarez en este artículo que publica Expansión.

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