El Gobierno, dentro de la tramitación de la Ley de Medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal, tiene previsto endurecer el régimen de las Sociedades de Inversión de Capital Variable (SICAV) con el fin de evitar que estas se utilicen como un vehículo de inversión privilegiado por unos pocos. En concreto, se va a modificar la inversión mínima por partícipe y su supervisión va a pasar de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la Agencia Tributaria que ahora será, en última instancia, quien decida si pueden aplicar el tipo del 1% en el Impuesto sobre Sociedades o deben hacerlo al tipo general del 25%.
 
Estas medidas tendrán importantes consecuencias en las SICAV españolas que deberán optar por disolverse, cambiar su domicilio social a otro país de la Unión Europea o, como se comenta mucho en los medios, realizar una estrategia de participaciones cruzadas entre muchas SICAV, aunque esto podría ser calificado como simulación o fraude de Ley por la Agencia Tributaria. Con respecto a las consecuencias que pueden tener los cambios legislativos para las SICAV, tenemos un ejemplo cercano de lo que ocurrió en el País Vasco en 2010 cuando se hizo tributar a todas las SICAV al tipo general del Impuesto sobre Sociedades.
 
Nuestro compañero David Álvarez nos lo cuenta con detalle en este artículo que ahora les acompañamos y que publica Expansión.”
 

Mercantil, Fiscal