30
jul-2020
Los expertos aseveran que, en los escasos dos meses de confinamiento, el mundo se digitalizó más de lo que lo hubiera hecho en tres años, si el coronavirus no hubiera aparecido. Esta disrupción ha supuesto enormes hitos, como la constatación de que el teletrabajo funciona, que las reuniones pueden celebrarse 100% a distancia, que el papel y boli no son tan necesarios, que el estado de la ciberseguridad es altamente seguro- (no he oído hablar de hackeos masivos ni de caídas de red de algún sistema operativo o plataforma importantes) y que, casi todo lo que se hace off-line, puede llevarse al mundo online de una u otra manera.
Paralelamente, también la legislación se ha actualizado a pasos agigantados. Muchas de estas actualizaciones se han llevado a cabo para permitir- desde un punto de vista legal- hacer determinadas gestiones, trámites y procedimientos a distancia y, sobre todo, a través del uso de herramientas tecnológicas. Desde el punto de vista societario, los avances han sido enormes, tales como:
Además, existen otros proyectos legislativos que no tardarán en ver la luz, como la digitalización de determinados trámites que actualmente se realizan en papel ante notario, como puede ser el otorgamiento de poderes.
La pregunta que cabe hacerse es ¿estas modificaciones legislativas han venido para quedarse o son de carácter transitorio? A nuestro juicio, muchas de estas modificaciones deberían permanecer vigentes.
Nuestro compañero Javier Pascual nos lo cuenta en este artículo que hoy publica para Legal Today.
05-12-2024 / noticias