La industria de los videojuegos ha experimentado grandes transformaciones.

Hace tiempo, cuando comprabas un videojuego, podías acceder al 100% de su contenido desde el primer día. Sin embargo hoy en día, gracias a su digitalización, la industria ha encontrado una mina de oro con las microtransacciones, los DLC y las suscripciones. En términos de ganancias, la industria de los videojuegos supera a la música y al cine, dos áreas que anteriormente dominaban el mercado del entretenimiento.

Sin embargo, esos ingresos no provienen de la venta directa de juegos, sino de las microtransacciones mencionadas, siendo las loot boxes las que generan más preocupaciones por varios motivos que nuestro compañero Rodrigo Lumbreras nos explica a continuación en este artículo que publica para Expansión.

Las Loot Boxes, son una especie de premios aleatorios que reciben los jugadores de determinados videojuegos y que los estados están detrás de su regulación, concretamente en España para la “difícil” tarea de prohibición de los mismos a los menores de edad.

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